La idea de que el desconocimiento de la historia pasada conlleva la repetición de los mismos errores ha sido una convicción defendida desde por grandes conquistadores hasta filósofos.
Con ello, y sin olvidar el horizonte temático de nuestro blog, conozcamos un país que ha aprendido de sus errores tanto como de sus aciertos (y los de los demás): Japón.
Japón tiene una superficie total de 377.873 kilómetros cuadrados de los cuales un 67% son Prados y bosques, y una de más de 126 millones de personas (Es el noveno país más poblado del mundo). Añadido a lo anterior, la climatología es diferente en cada zona insular: subártico en el norte, y subtropical en la región meridional. Finalmente, su capital es Tokio, y su moneda desde 2004 es el Yen.
Puedes obtener más información en el presenta enlace:
http://www.es.emb-japan.go.jp/infojapon/index.html
Hasta aquí los datos más generales de este país. Pero no es con esa información con los que se conoce el pasado, presente y futuro de esa nación.
Incluso los lectores más jóvenes habrán oído un hecho ocurrido en el año 1945: el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. El seis de agosto de ese mismo año, EEUU lanzó la primera bomba atómica, con una diferencia de tres días, sobre estas dos ciudades. Después de esto, Japón se reinventó por completo. Un cineasta, Kanedo Sido, señaló en una película documental tanto la agonía de las víctimas como consecuencia de las radiaciones, como los esfuerzos de las familias por volver a la normalidad: la actividad de colegios, oficinas, mercados…
Pero no es de esa historia de superación la que centra este post, sino otra más reciente, una repetición de acontecimientos trágicos en la historia japonesa, aunque esta vez no directamente relacionados con la mano del hombre (pero si directamente relacionados con la energía nuclear, de nuevo…): un terremoto de magnitud 8,9 en la escala Ritcher y el posterior tsunami que devastó día 11 de marzo de 2011 la parte costera de la isla, llevándose más de quince mil personas, y que originó un grave accidente en la central nuclear de Fukushima.
¿Cuál es la situación general de Japón dos años después, después de una catástrofe de tal magnitud? Pues en el presente mes, el Banco de Japón (BOJ) ha anunciado que la economía nipona ha empezado a recuperarse, gracias a que “la demanda doméstica se mantiene resistente debido a los efectos de las medidas de flexibilización monetaria” y las políticas de estímulo aprobadas recientemente en el país, conocidas como Abenomics. Incluso se anota que el avance sobrepasó con creces las expectativas de los expertos. Y permite a Japón exhibir el mayor ritmo de crecimiento (si lo mantiene, el PIB japonés aumentaría un 3,5% este año) entre los principales países avanzados.
Puedes constatar este resumen de datos en los siguientes enlaces:
http://economia.elpais.com/economia/2013/05/16/actualidad/1368691631_726779.html
http://economia.elpais.com/economia/2013/05/22/agencias/1369194927_089345.html
Hablemos dichas medidas: las Abenomics, como son llamadas, consisten, en general, en un paquete de inversión pública, así un efecto de depreciación de la moneda (Yen), entre otros, en un intento de fomentar la demanda interna, más que las exportaciones.
Si es cierto que todavía está por determinar los efectos a largo plazo de estas medidas. Pero los resultados positivos actuales saltan a al vista.
Por eso, sería clave que todos los países que luchan contra la crisis (incluido España) mirasen no solo a medidas dentro de la Unión Europea (impuestas o elegidas), sino de otros pueblos y países que no solo pueden enseñarnos fórmulas económicas, sino grandes esfuerzos colectivos por volver a tener el llamado estado de bienestar (físico y mental).